martes, 6 de septiembre de 2016

¿Libertad?


Una reflexión sobre la forma de vestir de la mujer musulmana
 Eran todas tan distintas, unas tapadas por completo, otras solo la cabeza o el pelo, muchas vestidas de esa forma que aquí llamamos normal. Vimos de todo. Y preguntamos, preguntamos a Essam, nuestro guía en Egipto, que porqué. Aquel día me sorprendió mucho la respuesta, ahora no tanto, después de mucho tiempo viendo, leyendo, reflexionando.
 
Essam nos dijo que el dinero era la principal causa, sobre todo entre las jóvenes. Nos dijo que las pobres, con un par de telas se arreglaban, las que tenían más posibles, compraban ropa y ropa de todo tipo. A veces pienso que nos lo dijo para quitarnos de en medio, pero creo que no, que esa era también una razón aparte de muchas otras y una de ellas, la principal: la libertad. Pero no la libertad mal entendida y viciada que estos días leemos a las mentes rápidopensantes, esa que dice que son ellas las que libremente escogen. ¿Es libre alguien que "escoge" tapar todo su cuerpo para no incomodar a su comunidad?, ¿qué libertad es esa que pone sólo en las mujeres el yugo de la decencia y la moralidad de su religión?
 
Yo no me lo creo. Yo creo que el fondo de la cuestión es que hoy, 2016, las mujeres de muchos países, de muchas culturas, de muchas religiones, no son libres. No pueden decidir. ¿Puede una mujer musulmana bañarse en la playa? Sí, le dice su comunidad, pero hazlo completamente tapada. No, le dice occidente, con la hipocresía y el cinismo de una supuesta ofensa por una prenda de vestir, que alguien con mentalidad capitalista vio como un nicho de negocio.
 
El problema no es el burkini, el problema es la ceguera de una cultura patriarcal que impone sus prejuicios y sus vicios siempre sobre las mismas. Igual de opresor es quien se ofende con el cuerpo de una mujer y la obliga a taparse o a vestirse según equis estereotipo, como aquel que la obliga a quitarse una prenda en un espacio público, argumentando lo que no tiene explicación. El resultado es siempre el mismo: la humillación de las mujeres, la negación de su cuerpo y de su libertad, pero esa libertad real, esa que nos dice que las mujeres también somos personas y ciudadanas de libre derecho.
 
Mientras tanto, sigan mareando la perdiz y quedando en superficialidades, que otras seguiremos gritando.
                          Blanca Esther Baranda Rilo
 

Lega, lega, legaliza queeee???

El argumento moral de la libre disposición del cuerpo por parte de la mujer podría tener sentido en un mundo ideal en el que 8 de cada 10 prostitutas no estuvieran directa o indirectamente bajo el control de mafias nacionales e internacionales. Como no es el caso, dudo mucho que ellas puedan hablar en nombre de esa mayoría de mujeres que han salido engañadas de sus países para ejercer la prostitución, del mismo modo que nada tiene que ver con la prostitución “de lujo”, que se sitúa lejos del alcance de las mafias. Me parecería poco juicioso pensar que porque existan voces minoritarias (y quizá genuinamente libres en el ejercicio) a favor de la legalización se pudiera extrapolar la demanda al conjunto del colectivo
 
En mi opinión los argumentos a favor de la legalización de la prostitución son muy difíciles de sostener con evidencia empírica en la mano. Primero, porque es falso que la demanda de prostitución sea inelástica y no se pueda incidir sobre ella. Segundo, porque la legalización no sólo no aflora el mercado negro de la prostitución sino que lo expande y engorda a las mafias que se nutren de él. Tercero, porque la prostitución se parece más a una forma de esclavitud que a un trabajo remunerado ordinario a tenor de sus secuelas. Y por último, porque las organizaciones de prostitutas que defienden la legalización no se parecen en nada a la inmensa mayoría de damnificadas por la explotación sexual.
 
 Desde mi punto de vista, las políticas más efectivas sobre la prostitución son las que se plantean en los países abolicionistas del norte de Europa: sanción a los proxenetas y usuarios, dando una vía de salida y reinserción a la prostituta, la victima genuina. La prostitución supone en casi todos los casos una cosificación de la mujer y es una actividad que se mueve en la periferia social, entre la marginalidad y la delincuencia. Cualquier política pública que quiera abordar este tema debe tener presente que la principal prioridad es la defensa de la mujer, de ahí que crea que la mejor manera de hacerlo sea penalizando la explotación sexual y no dándole carta de naturaleza.
                                        Jessica Castaño 


 

domingo, 4 de septiembre de 2016

NUNCA TE OLVIDAREMOS PILAR


 Con lágrimas en los ojos y viendo al cielo No se puede decir otra cosa que GRACIAS
Gracias a esa gran mujer por darnos la oportunidad de compartir cada momento en el cual nos enseñó lo valiosa que es la vida, nos enseño a sonreír a luchar a amar y vivir cada instante intensamente.

Te decimos adiós y aunque queda un espacio vació que nadie puede llenar en nuestros corazones nadie te podrá olvidar porque es ahí donde vivirás por siempre.
Como no recordarte cada día, si eras una de las causas de nuestra valentía para luchar.

A lo largo de nuestra vida, ésta nos regala la presencia de un ser irrepetible al que nosotros tenemos la suerte de conocer. Una persona que su sola presencia irradiaba tanto coraje, que toda aquella que está a su lado se siente fuerte. Mientras sigamos viviendo, formarás parte de nosotras


                                                                                                JÉSSICA CASTAÑO